Antonio Elías (*)

La corta vida del TISA en nuestro país tuvo tres etapas: la primera, en secreto absoluto; la segunda, fue semipública, pero no hubo discusión; la tercera, fue pública, hubo discusión pero los documentos secretos no fueron entregados a la sociedad para su análisis.

Los génesis del TISA comienza en fecha indefinida en algunos escritorios donde trabajaba la gente del equipo económico, los ideólogos e impulsores de esta propuesta, al igual que lo fueron del TLC con los Estados Unidos; crece hasta oficializarse en la Comisión Interministerial para Asuntos de Comercio Exterior (CIACEX); supuestamente es avalada por el Gabinete Ministerial (hay ex ministros que lo niegan) y la solicitud de ingreso a las negociaciones fue hecha por cancillería en setiembre de 2013. Todo en el más absoluto secreto.

La segunda etapa comienza el 10 de julio de 2014 cuando en una nota publicada en “Voces” se informa que, la Agencia EFE el 2de mayo reproduce las siguientes declaraciones del comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht: “La Unión Europea celebra el interés de Uruguay por unirse a las negociaciones del TISA y respalda firmemente su participación de ahora en adelante” y que el Ministro uruguayo de Exteriores, Almagro Lemes, ha garantizado que su país “comparte los objetivos de las negociaciones del TISA” y que “respetará los resultados de la negociación logrados por otros participantes si se une” a ellas.

En esa primera nota se preguntaba: ¿Qué beneficios puede tener para el país este acuerdo? ¿En qué ámbito del Frente Amplio se resolvió la solicitud de integración al TISA? ¿Por qué este tema no es de conocimiento público?

El jueves 17 de julio se obtuvieron algunas respuestas a estos interrogantes, gracias a un artículo de Natalia Uval, publicado en “La Diaria”. En el mismo se presenta una entrevista al canciller Luis Almagro quién oficializa, reconoce y respalda lo actuado por el gobierno y lo fundamenta con las conclusiones de la CIACEX: “es oportuno y conveniente ingresar a la negociación, para poder asumir un papel más directo en ella, incidir en sus resultados y, de esa manera, posicionar los intereses de Uruguay de la mejor forma posible”.

Son consultados, también, los senadores frenteamplistas de la comisión de Asuntos Internacionales (Enrique Rubio, Eduardo Lorier y Alberto Couriel), y al asesor de la presidencia del Frente Amplio en política exterior (José Bayardi). Todos ellos se excusaron de opinar por no tener información.

Luego continúa un largo silencio. Ninguno de los dirigentes entrevistados hicieron manifestaciones públicas sobre el tema, tampoco la dirección del FA y ningún ministro salió a desmentir su participación en el gabinete que aprobó la solicitud de ingreso.

Avalados por el silencio la CIACEX siguió coordinado a los ministerios involucrados, trabajando y negociando hasta que Uruguay ingresó a las negociaciones en los primeros días de febrero de 2015. La noticia del ingreso a las negociaciones no fue anunciada oficialmente.

Decimos que es semipública porque el ex canciller Almagro ha sostenido que mantuvo intercambio de información con el PIT CNT y REDES sobre los pasos que estaban dando para el ingreso al TISA. Lo que está comprobado por la publicación de un documento dirigido al canciller en febrero pasado, en el cual las dos organizaciones señaladas cuestionan el ingreso a las negociaciones.

En este período solamente se definieron públicamente contra el ingreso al TISA la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) en conjunto con la Confederación Latinoamericana de Trabajadores del Estado (CLATE) y la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS). Por su parte la Internacional de Servicios Públicos (ISP) desarrolla una campaña contra el TISA en varios continentes.

La tercera y última etapa comienza en marzo de 2015. Por nuestra parte publicamos una segunda denuncia en VOCES que comenzaba: “En febrero del 2015, en la página del Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá se publicó la siguiente noticia: “Nos complace anunciar que los países miembros del TISA han dado la bienvenida a Uruguay en las negociaciones.”

El PIT-CNT resolvió: “Rechazar el ingreso de nuestro país a estos tratados, ya que esto pondría en riesgo el patrimonio y la soberanía nacional, ya que la intención es de liberalizar y desregularizar los mercados”. A partir de ese momento el movimiento sindical tiene un papel fundamental en la campaña contra el TISA. En ese marco tiene una entrevista con el Dr. Tabaré Vázquez, el cual les informa que se enteró del tema por la prensa y que lo va a analizar en profundidad.

Posteriormente el presidente Vázquez resuelve solicitar la opinión de la fuerza política a la cual pertenece. Luego, durante varios meses, existen múltiples instancias de intercambio entre la dirección del Frente Amplio y ministros de gobierno, mientras simultáneamente se procesa la discusión y van definiendo sus posiciones las distintas organizaciones y los comités de base del FA,

El plenario, que representa a todos los frenteamplistas resolvió el 5 de setiembre, por 117 votos a 22, plantear que es inconveniente “seguir participando en las negociaciones del TISA”. Los 22 votos favorables a mantenerse en las negociaciones corresponden básicamente a al Frente Líber Seregni y sus aliados.
El presidente, en este caso, actuó como corresponde. “Mandar obedeciendo” como dicen los zapatistas y como debe ser. Ya había actuado Vázquez de similar manera cuando rechazó en 2007 continuar las negociaciones de un TLC con los Estados Unidos.

Los que apoyan esta negociación dentro del FA han manifestado de diverso modo su oposición a lo resuelto. Reclaman, entre otras cosas, porque los que votaron en contra no saben lo que dicen. Lo cual es una ofensa gratuita a quienes piensan diferente, ya que implica ignorar que los documentos secretos del TISA están, desde hace varios meses, a disposición de la sociedad en las páginas web de la REDIU (www.rediu.org) y de la SEPLA (www.sepla21.org). A su vez, se publicaron múltiples análisis críticos en diversos medios de prensa, entre otros, en “Voces”, “La Diaria”, “Brecha” y “Rompekbezas”. No puede desconocerse tampoco el papel de la Fundación “Vivian Trías” en el esclarecimiento de estos temas a través de un ciclo de debates donde participaron especialistas y dirigentes sociales al que estuvo convocado el gobierno. Ni tampoco, en el plano internacional los estudios que ha realizado la ISP.
A modo de conclusión cabe señalar que la izquierda uruguaya ha ganado una batalla al rechazar un acuerdo como el TISA que es parte de la ofensiva del capital transnacional. Se derrotó, a su vez, una metodología de hacer política basada en el secretismo y en la soberbia de arrogarse el derecho de definir a espaldas de la sociedad y de su propia fuerza política cuales caminos de inserción internacional debe recorrer el país.

 
* Docente universitario, asesor sindical y miembro de la REDIU

Publicado en el Semanario “Voces”, Montevideo, el 10 de setiembre de 2015.

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