Declaração da SEPLA frente às eleições parlamentares de 6 de dezembro na Venezuela
(em processo de tradução)
Declaración de la SEPLA ante las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Venezuela
La democracia venezolana una vez más celebra un evento electoral, en esta ocasión la 13º jornada electoral, desde el año 1998, cuando irrumpe un nuevo modelo político signado por una orientación socialista contraria a la neoliberal y a la dictadura de los organismos financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo).
El proceso político de Venezuela, entre otros rasgos característicos, se destaca por la irrupción en el escenario socio-político dominado por las familias burguesas acomodadas y socias menores del Imperio, de una fuerza política antiimperialista, antineoliberal que a la postre se declara socialista, lo cual da lugar a la conformación de una “dualidad de poderes”, el poder político, ejercido por el chavismo y el poder económico por la burguesía. Toda esta situación en el marco de las estructuras jurídicopolíticas del Estado aún burgués.
Venezuela es un país cuyo gobierno se ha declarado socialista, lo cual ha generado ataques feroces de la burguesía, que se expresan en especulación, acaparamiento y contrabando. No es sólo un problema de orden administrativo, ni técnico, ni de política local lo que ocurre en el hermano país, por el contrario, es esencialmente la expresión nacional del enfrentamiento mundial del capital contra el trabajo y de los pueblos soberanos contra el imperialismo.
El capitalismo en su lucha por la hegemonía y su expansión ha quebrantado la legalidad y la institucionalidad que el mismo ha creado. La burguesía en Venezuela viola leyes, regulaciones y los más elementales principios de convivencia, no ha dado tregua desde el año 1999.
Desde el nacimiento del chavismo a hoy se ha desarrollado una política de redistribución del ingreso en favor de los sectores populares que ha modificado el panorama económico y social, por tanto, el de la vida cotidiana de la sociedad venezolana.
El gobierno bolivariano ha desarrollado una política de inclusión social masiva y acelerada, iniciada en el año 1999, mediante profundas reformas sociales, que han significado una inversión social, del 62% de los ingresos del sector público, durante el período 1999-2014, que representa una inversión acumulada de 732.225 millones de dólares, orientada a saldar la deuda social heredada. Ello ha sido necesario porque los bajos salarios relativos pagados por las empresas capitalistas son insuficientes para las necesidades básicas, tales como, vivienda, salud y educación.
Esta situación implica ha implicado una agudización de la lucha de clases en Venezuela entre los trabajadores y los dueños del capital. Unos, los trabajadores con poder político en la “administración” del Estado burgués, el cual utiliza para favorecer a la población trabajadora y más pobre, otros, la burguesía con indudable poder económico propio al que suma el apoyo y financiación del Imperio. La clase dominante busca recuperar el poder del Estado para desplegar su proyecto estratégico: un modelo de libre mercado basado en la extranjerización, la primarización y la exclusión social.
Este es, pues, el ámbito en el que se desarrollaran los próximos comicios: los capitalistas subordinados a los intereses del imperialismo buscaran eliminar al chavismo; los trabajadores y el pueblo tratarán de sostenerlo y reforzarlo.
El Imperio y sus aliados nacionales a partir de la asunción del Presidente Nicolás Maduro han profundizado – como en el golpe de Estado de abril de 2002 – una brutal ofensiva económica y financiera como parte de la “guerra de desgaste prolongada” que el gobierno bolivariano denomina la “Guerra económica”. La cual se expresa en: desabastecimiento, acaparamiento, especulación con aumento vertiginoso de los precios y largas colas. Todo ello en el marco de un proceso de desinformación que pretende responsabiliza al gobierno bolivariano de lo que no es más que una operación desestabilizadora del imperialismo y sus aliados locales.
Ante la guerra económica el gobierno ha profundizado las acciones sociales, especialmente mediante la Misión Alimentación, donde se suministran alimentos y otros bienes-salarios a precios por debajo de los precios especulativos del mercado. Ha instrumentado, igualmente, controles de precios, políticas de aumento de salarios, para enfrentar los efectos nocivos del ataque de la burguesía.
Pero no menos cierto, es que con más de dos años de guerra económica, la ofensiva burguesa, ha logrado generar malestar en la vida diaria de los trabajadores, todo lo cual merma su capacidad de consciencia para “detectar” cuál es el verdadero origen de la crítica situación.
La lucha de clases desencadenada por la burguesía no se limita a la “guerra económica”, no repara en medios ni en procedimientos delictivo alguno, así se han denunciado robos, secuestros, asesinatos y agresión en las fronteras.
Todo ello para “demoler” primero al gobierno y reemplazarlo luego, para “volver a la sensatez y equilibrios naturales” de las políticas pro-capitalistas y anti-obreras.
Los partidos opositores se han negado a firmar un pacto de respecto a los resultados electorales propuesto por el máximo organismo electoral de Venezuela (Consejo Nacional Electoral).
En el plano internacional eso se refuerza con las cartas públicas del Secretario General de la OEA, Luis Almagro – canciller del gobierno de José Mujica y elegido en la OEA con el pleno respaldo de los gobiernos progresistas – quién traiciona a quienes lo respaldaron y viola principios fundamentales como el respeto a la autodeterminación de los pueblos con su injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
Lo señalado anteriormente demuestra que los electores venezolanos enfrentan una situación dilemática: votar el 6 de diciembre por la continuidad del proceso de cambio revolucionario bolivariano favorable a los intereses de los trabajadores y el pueblo o por el retorno de la dominación burguesa subordinada a los intereses del imperialismo.
Ante esta situación la Dirección de la SEPLA declara que: rechaza toda injerencia extranjera en los asuntos internos de Venezuela; que ha participado en procesos electorales en Venezuela y que los mismos ofrecen plenas garantías para todos los partidos; que apoya plenamente el proceso de cambios en curso y espera que los trabajadores y el pueblo reafirmen el camino al socialismo emprendido por el Comandante Chávez.
Dada en Nuestra América a los 30 días de noviembre de 2015
Declaración de SEPLA frente a las elecciones parlamentarias en Venezuela
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