Argentina bajo gobierno ultra liberal y antidemocrático
El 10 de diciembre inició su gestión el gobierno de Javier Milei , un ultra liberal autodenominado “anarco-capitalista”, o “liberal-libertario”, cultor de la escuela “austríaca” y en especial de Murray Newton Rothbard (estadounidense, 1926-1995), un profeta de la crítica al “estatismo” y un fanático del mercado y la iniciativa privada. La crítica al “estado” es extensiva al socialismo en todas sus variantes, y muy especialmente a Marx y sus continuadores. En rigor, se incluye también la crítica a Keynes y sus políticas de intervención estatal para superar la crisis, tal como hacían sus contemporáneos von Mises y von Hayek. Ese keynesianismo es hoy manifestado a través del “neo-desarrollismo”, por lo que no sorprenden las críticas del libertario a las recientes experiencias de impugnación neoliberal y al titular del Vaticano, sus encíclicas y a pensadores y seguidores afines. Milei accedió al gobierno luego de una segunda vuelta en la que venció al oficialismo con casi 15 millones de votos, superándolo por 3 millones de sufragios. Resultó así un fuerte consenso electoral, el 56% de votantes contra el 44% de votos positivos a Sergio Massa, el ex Ministro de Economía de Alberto Fernández. Con ese consenso electoral se legitima la iniciativa gubernamental…
Las políticas para frenar la inflación
El principal problema para la mayoría de la sociedad en Argentina es la suba de precios. Afecta a la mayoría empobrecida, ya que al núcleo que concentra la riqueza y los ingresos, la remarcación no les limita en su capacidad de consumo y de acumulación. La inflación no afecta por igual a la población y aun, todo quien “puede” aumentar precios, incluso pequeños empresarios, si lo convalida el consumo, lo hará, y no necesariamente le ganará al proceso inflacionario. Sostenemos que la estrategia del gobierno de Milei apunta a inducir miedo a la hiperinflación, por lo que explica que hoy se asiste a una proyección del 1% diario, o al anualizado, incluso aludió a un pronóstico de , un disparate que induce el temor ante la imposibilidad de la reproducción de la cotidianeidad. La política oficial es un chantaje para favorecer el ajuste y la regresiva reestructuración del régimen del capital. Es una estrategia tendiente a provocar la adhesión a una política de shock en el ajuste que afecta a la mayoría empobrecida y favorece la acumulación de ganancias en el sector más concentrado de la economía, al tiempo que se generan condiciones de posibilidad para reformas estructurales regresivas en…
Ajuste con represión convoca a reagrupar
Una semana de gobierno Milei y se confirma el pronóstico, de ajuste y represión. El ministro de economía, Luis Caputo, anunció su “paquete de urgencia”, primera exposición de un Plan de reestructuración regresiva del capitalismo local. Enseguida, la ministra de seguridad, Patricia Bullrich presentó en sociedad el “protocolo anti-piquetes”, un estatuto para la represión”. Ambas cuestiones estuvieron en el discurso de asunción presidencial el 10/12, remitiendo al mensaje ajustador y que el que no cumpla con la ley (corte de calles o rutas, por ejemplo) será reprimido, “todo dentro de la ley, nada fuera de ella”. No hay novedad, en todo caso, precisiones y letra chica de la reestructuración reaccionaria. Lo primero concreto fue la devaluación, del 50% (de 400 a 800 pesos por dólar), lo que supone un costo más elevado de los dólares, si antes hacían falta 366 pesos, ahora se requieren 800, casi un 120% de incremento. Como sabemos, la devaluación es un mecanismo de transferencia de ingresos, de quienes perciben ingresos en pesos al sector dolarizado, especialmente grandes productores y exportadores. Eran los que pedían las devaluaciones, y que las obtenían de manera parcial, caso de los “soja I, II y III”, y otras parecidas, incluso…