Un plan de estabilización en el horizonte
No se conocen los candidatos de las coaliciones o propuestas políticas que disputan el gobierno en la Argentina, pero si sus propuestas relativas a la economía local. En la jerga habitual de la oposición, libertarios o macristas sostienen un plan de estabilización macroeconómica, que supone aumento de tarifas (luz, gas, agua, transporte, combustible, etc.), el tipo de cambio oficial, achicando la brecha con los paralelos bursátiles o financieros, y disminución del gasto público, especialmente el social (mientras sube el gasto en intereses de la deuda). El matiz entre ellos es la profundidad de la estabilización o ajuste fiscal, tanto como la rapidez de su ejecución. Mientras, en el oficialismo se reniega discursivamente de esa dinámica, aun cuando el acuerdo con el FMI, desde marzo 2022, sustenta la suba de tarifas, la actualización del tipo de cambio al ritmo inflacionario y la reducción del déficit fiscal. Esto último no se negocia en la flexibilización que se discute en estas horas en Washington. En una palabra, el objetivo es similar y nuevamente, la discusión es la profundidad y el ritmo de aplicación del ajuste o estabilización macroeconómica. Ese marco condiciona la política luego de las elecciones de agosto, octubre o noviembre, augurando…
¿Hacia dónde va la Argentina?
Argentina definió su rumbo de inserción mundial hacia 1880, constituyendo la base de la estructura económico social que perdura en nuestros días, de articulación oligárquica con el capital externo, aunque tuvo momentos de cambio, o si se quiere, de adecuación a nuevos rumbos de la economía mundial. Uno de esos momentos de cambio acontece entre 1910 y 1930, con el estímulo a la industrialización para abastecer el mercado interno, sin perjuicio de mantener la inserción internacional con la provisión de bienes primarios. Allí aparece con fuerza la extensión de la salarización y sus formas de organización, junto a una burguesía local orientando su acumulación en el mercado interno. Esos cambios en la economía trajeron modificaciones políticas, entre ellas, la universalización del voto masculino de los mayores y la emergencia de nuevos partidos que expresaron la representación política de nuevos sectores sociales construidos en el marco del modelo productivo y de desarrollo. Remito a la ley Sáenz Peña (1912), la presidencia de Irigoyen (1916-22 y 1928-30) y la aparición del radicalismo como proyecto hegemónico del nuevo orden político con persistencia hasta el presente; tanto como el socialismo, el comunismo y otras identidades. Era tiempo de una nueva organicidad social, con sindicatos…
Primero de mayo y crisis política en Argentina
La tradición por la conmemoración del 1ro de mayo en la Argentina data de 1890, con actividades que se hicieron por primera vez en simultáneo en varias ciudades del mundo. La violencia física sobre los trabajadores y las trabajadoras que motivó la conmemoración mundial hace 133 años, era expresión de otra, sistemática, oculta, por las relaciones de explotación capitalistas, que nuestro país extendía aceleradamente, de la mano del capital externo y local, en el último cuarto del Siglo XIX. Desde entonces se sucedieron procesos de construcción política de la identidad de la clase obrera argentina, en el inicio atravesada por la cultura anarquista, socialista y comunista de la inmigración por más de siete décadas. Es un proceso que cambiará a mediados de los cuarenta del Siglo XX con el surgimiento del peronismo, hegemónico en el movimiento obrero y popular por casi setenta años. Se trata de una identidad política, el “peronismo”, que perdura hasta el presente, con signos visibles de crisis política y dispersión organizacional con base en la fragmentación socio económica y política. En efecto, los cambios en las relaciones capitalistas desde la emergencia de la dictadura genocida en 1976 supusieron mutaciones sustantivas en la relación entre el capital…