A días de la elección presidencial
Todo tipo de denuncias y operativos mediáticos cruzados entre las principales candidaturas definen la renovación presidencial de este domingo 22/10 en Argentina, ocultando detrás de las diatribas la cuestión de fondo: un proceso inflacionario que afecta a la mayoría empobrecida del país. En efecto, un 12,7% de inflación en septiembre que se eleva al 14,3% en alimentos y bebidas no alcohólicas y al 15,7% en prendas de vestir y calzado, que anualizado alcanza al 138,3%. La inflación es un mecanismo de transferencia de ingresos, desde la mayoría empobrecida a la minoría enriquecida. Es uno de los tantos mecanismos de apropiación de ingresos y de riqueza del poder concentrado y extranjerizado. El capitalismo local funciona con esa lógica de acumulación, que al tiempo que exacerba la desigualdad interna, reitera bajo la fuga de capitales una inserción mundial en la reproducción capitalista potenciando los rasgos de la dependencia y subordinación al poder mundial. En rigor, a estos problemas locales debe sumarse la situación mundial, de alza de los precios internacionales, especialmente de alimentos y energía, ahora por el conflicto entre Palestina e Israel, como hace poco en Ucrania y antes a la salida de la recesión pandémica del 2020. La incertidumbre global…
Acontecimientos sociales que modifican la política
Los procesos electorales constituyen acontecimientos que definen rumbos en la política. Es el caso de las PASO de agosto pasado en la Argentina. El inesperado resultado electoral movió las piezas del tablero. Tres candidatos quedaron muy cerca del 30% cada uno, pero encabezados por la ultraderecha “liberalizadora”. Esta fue la gran sorpresa y que convocó a interesantísimos debates sobre el contenido del voto, junto a elucubraciones sobre incertidumbres para el próximo turno de gobierno entre 2023 y 2027. El dato relevante es que la población votó, aún con un 30% de ausentismo, el más alto en las series de votaciones desde 1983. Entre los ausentes y el triunfo de los ultras liberales se consideran distintos niveles de desconformidad con la situación de elevada inflación, empobrecimiento en alza y deterioro de condiciones de vida de millones de personas. La sensación es que todo saltó por los aires y ya no hay previsibilidad cierta, con muchas incógnitas sobre lo que vendría. Por un lado, el FMI despejó el camino para un desembolso de fondos, que venía demorado por meses y empujó, en acuerdo con el gobierno una devaluación del 22% en el primer día hábil luego de la elección. Con esa medida,…
Milei y sus falacias
El candidato de la ultraderecha habló en el “Council of Americas” y fue aplaudido por un auditorio de empresarios que escucharon lo que querían, un programa de máxima del gran capital, en defensa de la propiedad privada y la demanda por rentabilidad acrecentada en tiempos complejos del capitalismo contemporáneo, no solo en Argentina. Milei les propuso un proyecto a 35/45 años y recuperar un plan liberal, el de Alberdi (1850/60), que logró “éxitos” en cinco décadas, hacia el 1910, desde el imaginario de la Argentina potencia, entre los principales países del capitalismo mundial por su PBI, obviando el retraso social y la dependencia del capital externo a la que se asociaba la oligarquía terrateniente en esos tiempos. Además, 1910 es tiempo de “ESTADO de SITIO” y represión a trabajadorxs, base de la década infame en años siguientes y de golpes militares restauradores del poder oligárquico desde 1930. Milei les propuso a los empresarios una REVOLUCIÓN LIBERAL, sustentada en cuatro aspectos: 1/ una reaccionaria reforma estatal, similar a la de los 90 con Menem, Cavallo o de la Rúa; 2/ una regresiva reforma laboral, denominada “modernización” dialogada con Gerardo Martínez y Luis Barrionuevo (modelo UOCRA); 3/ apertura de la economía como…