Premisas de organización económica y social alternativa para la Argentina

La Argentina se organiza como país capitalista desde su origen y, por ende, constituye a sus clases sociales principales desde el genocidio indígena en las campañas de conquistas de territorios, con la inmigración de la pobreza de otras latitudes y la subordinación del pueblo local empobrecido a la dinámica del capital, principalmente terrateniente y externo. Esa configuración socio económica construida aceleradamente entre 1860 y 1880 define un rumbo (modelo económico) que fue completado con presencia de capitales locales y nuevos capitales externos entre las primeras décadas del Siglo XX hasta el terrorismo de Estado en 1975/76, que retoma un proyecto de restauración del poder oligárquico imperialista afirmado principalmente en los años 90 con Menem y De la Rúa, y recientemente con Macri y ahora Milei. Pensar en “alternativa” de organización económica social supone una cuestión de PODER. Se trata de cambiar el poder burgués reinante en el presente, constituido por la alianza de los grandes capitales transnacionales que dominan la actividad económica en la Argentina, asociados a capitales locales en todas las ramas de la producción y circulación de bienes y servicios, sostenida desde el Estado capitalista local y en el entramado de organismos internacionales del poder mundial del capitalismo.…
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Milei busca legitimar su proyecto reaccionario

Asumió formalmente Guillermo Francos como Jefe de Gabinete y anunció que para julio de este año habrá ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, que por ahora tiene media sanción en Diputados. En el Senado ya tiene “Dictamen” y será considerado en los próximos días, para, con modificaciones, volver a la Cámara de Diputados y se sancione la primera ley del gobierno Milei. Con el nombre de la ley se intenta asociar al texto clásico de Juan Bautista Alberdi de 1852: “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, fuente teórica y política de la Constitución liberal de 1853. Desde 1860 será la Carta Magna de la República Argentina y desde 1880, lograda la integración territorial y la capitalización de la Ciudad de Buenos Aires, el “orden liberal” será la base para el desarrollo del capitalismo local. Ese espíritu “liberalizador” es al que aspira asociar la gestión presidencial de Javier Milei. Poder liberal y plan liberalizador En el último medio siglo del XIX se configuró y legalizó el poder terrateniente asociado al capital externo, que pretendió restaurarse en cada golpe desde 1930 y bajo regímenes constitucionales en los noventa del…
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Milei profundiza un consenso para la dependencia

Resulta muy preocupante el consenso en la política liberalizadora del gobierno Milei, especialmente ante el deterioro de las condiciones de vida que suponen la perdida de la capacidad de compra de los ingresos populares, sean salarios, jubilaciones o planes sociales. Eso explica la caída del consumo y por ende de la producción, confirmando tendencias económicas a la recesión y depresión. Claro que el consumo suntuario se mantiene y existen expectativas de crecimiento de la producción exportable, por lo que se buscan inversores internacionales para el sector primario exportador, sea del complejo agrario, minero, energético, e incluso en ciertos sectores industriales. De ese conjunto de problemas con tendencias contradictorias, de crecimiento y decrecimiento, se nutre el mensaje optimista del gobierno relativo a una perspectiva de mejora macroeconómica, relativa a inversiones y a evolución expansiva de la actividad económica. Con ello disputa consenso y lo hace sobre la base del fracaso de políticas asumidas previamente y que no generaron “soluciones” de empleo y de ingreso para el conjunto de la sociedad. ¿Induce ese crecimiento macroeconómico una mejora en la calidad de vida de la población, especialmente de los empobrecidos? Evidentemente no. La economía podrá crecer, si es que llegan esas inversiones externas…
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