Ajuste y crisis política
Asistimos a un momento político muy especial en la Argentina, con un trasfondo de aceleración del ajuste fiscal, que se expresa en las definiciones que va asumiendo el poder ejecutivo en acuerdo con el FMI, con el privilegio a la política de achicamiento del déficit fiscal. De ese modo, se despliega la eliminación de partidas para educación, salud y otros derechos elementales de la población argentina. Se explicita la sub-ejecución de las partidas como excusa de una decisión pre elaborada de achicamiento del gasto público social. Es un momento especial porque en simultaneo con la continuidad y profundización del ajuste, se evidencian elementos de crisis políticas en el país por el accionar del poder judicial. Remitimos al juicio sobre corrupción en obras públicas a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El dato relevante lo constituyeron las movilizaciones solidarias con la ex presidenta, las que contribuyeron a cerrar filas en el Frente de Todos, incluso con perspectivas de una movilización gestada desde el peronismo. Se ocultan así las contradicciones y discusiones que venían desde el interior de la coalición del gobierno, suspendidas en la coyuntura de mayor avance de las medidas antipopulares expresadas en subas de precios y una inflación anualizada…
El ajuste requiere de técnicos y de políticos
Luego de idas y vueltas se designó a Gabriel Rubinstein en el ministerio de economía. Será el segundo a bordo en la gestión económica de Massa. Es un “profesional” de la economía ortodoxa, consultor de empresas, presentado como el “técnico” que viabilizará las decisiones políticas del cogobierno del FdT y el FMI. Rubinstein tiene antecedentes en la gestión pública junto a Roberto Lavagna, quien tuviera a su cargo la gestión económica en tiempos de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner. Igual que Alberto Fernández y Sergio Massa emitió opinión fuertemente crítica respecto de Cristina Fernández y los gobiernos de cuño kirchnerista. La dupla Massa-Rubinstein constituye la sociedad de ejecución del ajuste acordado con el FMI. Aludimos a un político y a un “técnico”. Recuerdo el debate entre Menem y Cavallo cuando aquel destacaba a su ministro como un gran “técnico”, pero que, sin el jefe político del justicialismo, la convertibilidad era imposible, ya que había que disciplinar a los votantes y seguidores. Carlos Menem era consciente que el consenso político viabiliza los recortes de recursos para los sectores más necesitados, una demanda histórica del poder económico y político del país. Claro que Cavallo era también un político que disputo cargos…
Inflación y política antiinflacionaria
Un gran problema del capitalismo argentino es la inflación, sobre todo para la mayoría de la población que vive de ingresos fijos, encima bajos, con un costo de vida medido por una canasta mensual que está por encima de los 100 mil pesos. Una cuestión agravada ante un promedio de ingresos populares, salarios, jubilaciones, planes, que están muy lejos de cubrir ese valor. Al mismo tiempo señalemos que se trata un fenómeno con beneficio para la acumulación de ganancias y poder del sector más concentrado de la economía. Es un tema que se verifica en los datos oficiales de la distribución del ingreso a favor de los propietarios de medios de producción y en desmedro de los salarios. La inflación tiene muchos perdedores y algunos pocos ganadores. No todos pierden con la inflación, al tiempo que la suba de precios expresa el debate político por la apropiación del producto social y al mismo tiempo por la búsqueda de hegemonía que pueda expresarse en la gestión política del capitalismo local. Por eso sostenemos que la inflación es un problema de base económica, pero debe analizarse completando con enfoques políticos, sociales, culturales, incluso psicológicos. Para este caso, la remarcación de precios se…